Pablo
Saldaña salió como otros los días a buscar trabajo. Pero él pensaba que a los
45 años y con tanta experiencia y dominio del inglés, no sería cualquier
trabajo. Así se encontró con Simón barriga al que no veía hacía 20 años. Ambos
tenían proyectos ambiciosos, Pablo de importar camionetas para repartir leche y
Simón de importar material para puentes y caminos, consideraron complementarias
las actividades y providencial el encuentro, así como que necesitarían un
millón de soles para ponerlo en práctica. (Toda la conversación se desarrolló
primero en una bodega, luego en una picantería, después Simón le llevo al
“patio” a tomar un café). Hasta ahí todos los gastos los pagó Pablo y entre
ambos hicieron una lista de aportantes para reunir el millón de soles. Pablo
llamó a su esposa, para contarle lo de la sociedad con Simón y que irían a la
casa de este. Luego del café tomaron pisco. Eligieron el nombre de la sociedad:
“Fructífera S.A”, luego bebieron menta mientras imaginaban en que se gastarían
las ganancias. Entonces Pablo sale, ha visto una imprenta en la esquina y con
todo el dinero que le quedaba mando a imprimir 100 tarjetas. Regreso y mientras
le traían las tarjetas continuaron bebiendo. Después de un rato les trajeron
las tarjetas impresas y Simón no cabía en sí de la alegría, sale a avisar a su
esposa que van a llegar a comer, y nunca regresó. El mozo presento la cuenta
eran 47 soles, Pablo no contaba con dinero, el mozo llama a la policía y se lo
llevan detenido. Todo el camino Pablo le explica al policía que él es un hombre
importante y los negocios que tenía planificado realizar. Finalmente viendo su
realidad reconoce que está en la comisaria y que de nada le servía explicaciones,
es detenido.
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