Es la historia de un niño de diez años, que vivía en
las azoteas, ahí había acumulado todo lo que no servía, como un buen
reciclador, hacía sus colecciones. Tenía libertad para hacer cualquier cosa. Él
era el rey, de nada estaba prohibido, podía pintar bigotes en la cara de
su abuelo, calzar las viejas botas de sus padres. Con su gran valentía
iba saltando corredores, y siempre volvía victorioso trayendo consigo
alguna cosa, y así Su reino se iba expandiendo por las demás azoteas de sus
vecinos. La presencia momentánea de la empleada que tendía ropa, no lo
intimidaban. Se sentía seguro. Pero había lugares que no había explorado,
y despertó su codicia, siempre había llegado hasta los límites, y una gran
palizada lo impedía seguir, pero un día decidido a explorar ese territorio, se
fue arrastrando de techo en techo, hasta que llego a la palizada, ahí construyo
una torre y se subió a lo alto. Y se vio descubierto por un hombre que estaba en
la azotea sentado en una perezosa, y con una barba de náufrago, el anciano al
verlo lo hizo un gesto.
El niño regreso a su reino, y dado que en su mente le vino la idea, que
aquel hombre que vendría a conquistar su reino, tal vez es un usurpador,
decidió velar por varios días y estar de guardia. Una mañana el niño se armó de
valor, y fue nuevamente a la azotea de aquel hombre, y por un agujero de entre
las tablas, empezó hacer el espionaje, para saber con quién se había de
enfrentar, y el hombre lo vio, y lo llamo con un gesto de mano. Le pregunto
quién era, el hombre respondió soy el rey de las azoteas. Fue un duro golpe, el
niño le reclamo, yo soy el rey de las azoteas. Tú serás el rey durante el día y
yo durante la noche le dijo el hombre. No, dijo el niño, entonces tú serás rey
de la noche también le dijo el hombre. Él niño se volvió triunfante a su reino.
Al día siguiente regresó, y tuvo codicia de los objetos viejos que había, el
hombre le dijo, a tus bienes por las cosas, si quieres puedes llevártelo. No
reprocho el niño. Yo tengo bastante, tengo más que todo el mundo. Hacía calor,
Él hombre le dijo que harían una sombrilla de piel humana, que cada uno darían
una oreja, y al que no les dé, lo quitamos con una tenaza. Imaginaba quitarlo
la oreja a mi profesora con un alicate. Sus visitas al hombre fueron más
seguidas, el niño le inventaba cosas, y juntos imaginaban muchas cosas. Un día
celebraron su cumpleaños, sus 33 años, con una bolsa de frutas y una botella de
limonada que el hombre tenía. Pronto acabarían sus vacaciones, el niño estaba
preocupado por tantas cosas acumuladas, y todo sería en vano. El hombre le
regalo un librito para que lo recordara; pero una tarde su madre lo encontró y
lo recriminó y se lo quito; y no pudo volver a las azoteas. Su madre siempre lo
vigilaba. Las clases lo distrajeron un poco. Pero un día decidido a verlo a su
amigo, subió a la azotea, y fue hasta donde estaba su amigo, pero no le vio, se
acercó a unos cristales, y vio a unos hombres de negro caminando en la sala. Entonces
comprendió que su amigo había muerto.
cual es el genero del texto
ResponderEliminarEl genero es Cuento
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