miércoles, 19 de diciembre de 2018

SOBRE LAS OLAS - cuento de Julio Ramón Ribeyro (resumen)


La abuela tuvo fiebre malta y fue trasladada a San Miguel con su Fermín y su nieto el autor. Por las mañanas ellos iban al malecón.
Una mañana la abuela se puso muy mal. Todos estaban muy nerviosos y Fermín salió con su sobrino a dar una vuelta por el malecón. Era un día excepcional y un bañista ingreso al mar, salvo las primeras olas y luego se alejó de la playa, a unos quinientos metros de la playa nado paralelo al malecón cuando se levantó una fuerte brisa, el mar se picó y las olas crecieron. El bañista prefirió esperar que pasara la braveza, pero una ola reventó detrás de él.
Quiso retornar mar afuera, la gente observaba hasta que grito que se estaba cansando, todos le decían que el mar se calmaría, pero él no lo hacía, él pedía ayuda. Trataron de traer un flotador, pero no había como hacérselo llegar a un kilómetro adentro. Otros llamaron a una lancha, la hermana de Fermín llego y lo aparto. Fermín quiso llevarse a su sobrino, pero luego le pidió que esperase.
La gente daba ánimos al nadador que cada vez luchaba menos y le decían que la lancha ya llegaba pronto, apareció y de pronto no se vio más que un punto. Todos le gritaban que resistiera y la lancha se acercaba, al fin todo quedó quieto.
Fermín llego y lo llevo a casa mientras él solo pensaba en el punto negro. En la casa el medico salía con su maletín. Las tías hablaban animadamente en voz baja. El tío lo llevó al dormitorio de la abuela quien se encontraba recostada, sonrosada y sonriente con los brazos extendidos como si emergiera de la cresta de una ola.
 
                                 
                                       

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